lunes, 28 de noviembre de 2011

¡Indescriptible!

         Entre el asombro y la alucinación se debatía todo el público que, llenando la platea, supo responder al primer envite de un Jazz Voyeur Festival que necesita y requiere, más que nunca, del aficionado. Una primera jornada en el Principal con más tintes de ‘Guitarras del Mundo’ –no sería de extrañar que ambas propuestas acabaran fusionadas definitivamente- que del propio programa jazzístico, pero que en cualquier caso nos brindó una gran noche. Y es que lo que sale de la guitarra de Tommy Emmanuel es incontable, prácticamente indescriptible. Un torrente sonoro que agota todos y cada uno de los recursos del instrumento y no me circunscribo únicamente a las cuerdas con ese increíble fyngerstyle, sino a las posibilidades percusivas.
         El guitarrista australiano inició el concierto en territorio del swing con “Blue Moon”, se decantó por el bluegrass, visitó el repertorio creativo del tándem Lennon-McCarney con un Meddley en el que hizo lo que le vino en gana -todo bueno y exquisito- y no se olvidó de “Sixteen Tones”, “Matilda” “Angelina” “The Duke” o “Mombasa”. Un repertorio intenso y extenso presentado con un saber estar y maestría escénica que palió esos minutos que en los que se rozó el límite de lo excesivo.



         Pero la velada la había abierto Antonio Rey, guitarrista flamenco que se mueve por el lado más armonioso y bello de la melodía y menos visceral del género. Veinticinco minutos de toque fino, emotivo y preciso, para reaparecer al final junto con Emmanuel en una buena noche de guitarras.

TOMMY EMMANUEL + ANTONIO REY. VIII Jazz Voyeur Festival. Teatre Principal de Palma, 23 de noviembre de 2011.

viernes, 25 de noviembre de 2011

Still Morris, cara a cara con el rock

         Esta vez ya no nos ha pillado desprevenidos como en la anterior ocasión, y es que un precedente como Now I Know, requería, por necesidad, tanto de una segunda entrega, como que ésta estuviera circunscrita dentro de la más estricta exigencia. Lo uno y lo otro nos ha llegado con el mismo rigor, y ello no permitía premuras ni oportunismos de un arranque sorprendente, sino que reclamaba nuevamente el reposo y el pleno convencimiento de quien dice algo, porque algo tiene que decir.
         Still Morris nos acaba de regalar un nuevo puñado de canciones, esta vez bajo su propia rúbrica y con el respaldo de Pepe Milán, Javier Escutia y Dani Magaña. Con Face To Face vuelve a desempolvar la fuerza y pasión del rock americano por excelencia y con deje californiano. Un álbum tremendamente medido y equilibrado, con pinceladas, detalles sonoros, matices musicales y solos orgánicos colocados con tanta destreza como inteligencia.
         Un disco como para no cansarse al escucharlo una y otra vez, para ir descubriendo nuevos detalles en la siguiente vuelta, de esos que, pese a la perfección impuesta por lo digital, huelen a vinilo, a buena pasta musical.   
         ¿Románticos? Tal vez; pero también amantes de las cosas bien hechas, de los discos producidos con cariño y coherencia, de las instrumentaciones acertadas y del tratamiento musical y sonoro de auténtica maestría. Y eso, al final, es lo que cuenta.


miércoles, 16 de noviembre de 2011

Las canciones de amor de Dee Dee Bridgewater

         Cualquier escusa es buena para recuperar elegantes clásicos y estándares, más aún si es en la extraordinaria voz de la cantante de Memphis Dee Dee Bridgewater.
Evidentemente este Midnight Sun, no nos descubrirá nada nuevo, y no sólo por el hecho de que conozcamos perfectamente las enormes cualidades de una cantante que, hoy por hoy, se me antoja como una de las más grandes del jazz actual, sino por que todo el material que nos presenta ha sido seleccionado, con buen criterio y rigor, de su destacada producción discográfica para Universal; o lo que es lo mismo, de los sellos Verve, Impulse!, Decca o Emarcy.
Baladas y temas a tiempo medio, conforman un álbum con las canciones de amor –y desamor- que han seducido a esta cantante que acaba de ganar un Grammy al mejor álbum de jazz vocal por ese homenaje a Billie Holiday tributado con su última producción Eleanora Fagan (1915-1959). Una elegante colección de canciones que arranca en el Keeping Tradition del 93 y que lega hasta la mencionada laureada producción.
Casi dos décadas de excelentes interpretaciones que se pasean con dulzura y calidez por temas como el “Midnight Sun” que da título al disco, “Lonely Woman” o Speak Low. Un disco distinguido y atractivo con mayor interés para los poco conocedores de su producción, ya que  para el resto puede resultar un disco de “éxitos”. Aunque repito, cualquier excusa es buena.


domingo, 13 de noviembre de 2011

Clazz, el ritmo y color del latin jazz

         El latin jazz siempre ofrece esa gran explosión de ritmo y colorido musical. Efervescencias sonoras capaces de calentar cualquier auditorio con esa simbiosis entre herencias directas de de los ritmos africanos y caribeños. Música al borde de la pasión y la emoción, vibrante y profunda.  
         Todo ello es lo que se recoge en el Clazz,  o lo que es lo mismo, el Festival que congrega a destacados músicos de jazz latino, creado por el pianista cubano Pepe Rivero a raíz de unas actuaciones con el trompetista y percusionista Jerry González y el bajista Alaín Pérez hace aproximadamente unos cuatro años y que escogió, primero el Teatre Arteria Paral·lel, la noche del 21 de febrero de este mismo año, y la velada siguiente el madrileño Teatro Coliseum, para presentase en sociedad en España.
         Dos conciertos protagonizados por la Big Band del siempre inconmensurable y experto saxofonista y clarinetista cubano Paquito d’Rivera junto al trío de Rivero, una de las últimas y grandes revelaciones de los últimos tiempos.
         Clazz Continental Latin Jazz Vol. I, nos ofrece la oportunidad de revivir la primera de las dos veladas. Un doble lanzamiento (Cd + Dvd) en el que se mezclan autorías tan dispares como las de Chopin, Lecuona o Astor Piazzola, junto con las rúbricas propias de Paquito D’Rivera y Pepe Rivero, unificadas con maestría gracias a los arreglos de este último y, por supuesto, a la grandeza de este género mestizo.


miércoles, 9 de noviembre de 2011

Suculento y coherente discurso de Stefan Karlsson

         No sé si la consecuencia de Miracielos, último trabajo del pianista Pamplonés Iñaki Sandoval, le ha llevado a Stefan Karlsson o ha sido al contrario, a raíz de conocer al pianista sueco que desde mediados de los años 90 forma parte del trío del contrabajista Eddie Gómez, ha surgido la coyuntura de la grabación del mencionado álbum. En un sentido o en otro, esta relación entre Sandoval y Karlsson, ha favorecido la tercera referencia de Bebyne Records, -sello relativamente joven pero que sin prisa camina con absoluta firmeza- y con ello la posibilidad de descubrir, para la inmensa mayoría en la que me incluyo, a un pianista realmente digno de escuchar con suma atención y deleite.
         Smilin’ Eyes, es el primer trabajo que el pianista sueco nos presenta a piano solo. Un disco sin sobresaltos, sin excesivas florituras más allá de las necesarias en una pianística de cierto virtuosismo, rica en recursos, con un discurso gobernado por la coherencia y tremendamente suculento pero sin abrumar en densidad.
         Karlsson no pierde la oportunidad de lanzar guiños a los clásicos, y no tan clásicos, con un repertorio mixto y en el que conviven desde sonadas autorías como el “Footprins” de Shorter o clásicos de Kern (“All The Things You Are”) e Irvin Berlin (“How Deep is The Ocean”) con composiciones propias  además de demostrar acentuada simpatía por Jimmy Van Hausen.


Dani Pérez o la aspereza del R&B

         En la encrucijada formada entre el rockabilly y el rock and roll, justo en el ecuador del pasado siglo, el Rhythm and blues forjó su carácter rudo, potente y absoluto con tanta autoridad que las herencias del jazz y del blues más urbano acabaron por definir un estilo arrollador y danzante que encontró en el saxofón su instrumento estandarte. Un sonido arisco, cargado de swing que fácilmente nos sumerge en atmósferas de gangsters y detectives privados, de alcohol y chicas fáciles.
Esta puede ser la imagen más popular y, a su vez, más  trasnochada; pero en el trasfondo existe toda una plantilla de grandes músicos que ha sabido descargar su energía con gran maestría como Noble Watts, Illinois Jacques o Arnett Cobb. Es cierto que en la época actual no abundan estos referentes y menos en terreno patrio, pero afortunadamente aún surgen y existen defensores capaces de actualizar las mejores páginas de este estilo.
 Tal es el caso del catalán Dani Pérez, saxofonista que ha formado parte de bandas como Los Rebeldes o The Big Jamboree  y que en los últimos tiempos ha acompañado a The Cadillac o The Cleftones. Músico realmente sensacional al que bien vale la pena escuchar en su primera producción discográfica, un apasionante y áspero Honkin’ Fever. R&B sin edulcorantes que junto a autorías originales de gran nivel, rememora éxitos ineludibles como el  “Fever” o “Harlem Nocturne”


martes, 8 de noviembre de 2011

Más allá del instrumento

         Pienso que muchos son los interrogantes que nacen con la obra creativa del italiano Giorgi Netti. Cuestiones que pueden partir de un único vértice compositivo pero que acaban divergiendo y ocupando los dos planos esenciales que no dejan de buscarse entre sí. El físico, que se extiende más allá del propio instrumento explorando y alargando esa capacidad sonora del propio cuerpo material, y el filosófico, necesitado de la idea conceptualizada.



    Un binomio que funciona en ese cosmos particular de “Necessità d’interrogare il Cielo”, obra creada por el milanés entre 1996 y 1999, y con la que el saxofonista suizo Marcus Weiss inauguraba,  en el acertado marco del Aljub de es Baluard, la trigésimo segunda edición del Festival Encontre Internacional de Compositors que, dicho sea de paso, nos acompañará a lo largo de este mes de noviembre con a una renovada imagen, disponiendo de nuevo sus jornadas como un festival –agrupadas en su temporalidad- e incrementando los espacios concertísticos, y concepto, interrelación y retroalimentación artística así como ese criterio de mediterraneidad en la producción presentada.



         En un Aljub en penumbra y frente a una meritoria concurrencia –algo estará cambiando afortunadamente-, el soprano de Weiss se adentró en un virtuoso discurso de gran alcance textural y sonoro. Una jornada exigente en cuanto a su comprensión pero aún más rigurosa en la ejecución de una partitura extraordinariamente resuelta por el instrumentista.



MARCUS WEISS – 32 Festival Encontre Internacional de Compositors. Compositor: Giorgio Netti. Museu d’Art Modern i Contemporani de Palma, 5 de noviembre de 2011  

sábado, 5 de noviembre de 2011

Benson, el hombre de la guitarra

         Somos muchos los que andamos añorando desde hace largo tiempo al mejor George Benson guitarrista, alejado de las rentabilidades y del estrellato del show business. Ese guitarrista impresionado por Charlie Christian e por el manejo de octavas de Wes Montgomery, y que en su día rubricó auténticas maravillas en la historia del jazz.


Pues bien, ese músico de éxito incuestionable en los escenarios más actuales, nos devuelve la imagen del guitarrista de Pittsburg. Aquel guitarrista capaz de una mirada más introspectiva para con su música. Y nos los recuerda en alguno de los cortes que componen su más reciente producción discográfica.
Recién salido del horno, Guitar Man, nos revuelve algunos pasajes gloriosos de la música improvisada. Un disco de producción realmente impecable con el que se pasea con maestría por “Tenderly” o “Danny Boy” a guitarra solo, sobre el “Naima” de Coltrane, y aunque no deje totalmente de lado su faceta vocalista, “My Cherie Amour”, “My One and Only Love” o “Since I Fell For You” son el ejemplo, nos encontramos frente a un trabajo enfocado desde el instrumento –no se pierdan el “Tequila”-.

Junto a Benson, grandes músicos como el pianista Joe Sample, el teclista David Garfield, el bajista Ben Williams o el baterista Harvey Mason, amén de otras colaboraciones. En fin, conviene prestar atención de nuevo a esa Ibanez.

Portada del álbum

viernes, 4 de noviembre de 2011

Estimulante y placentero

Un cierto protagonismo vocal femenino marca la pauta de la undécima edición del Festival de Jazz de Alcúdia, particularidad que, sin duda podrá atraer a más público, de hecho la primera jornada del Auditori ya se comprobó, aunque no faltará quien opine que se nos plantea una de los programa menos jazzísticos vivido en la localidad hasta ahora.


Abrir la presente edición con Carme Canela cantando las canciones de Jordi Matas, ha sido todo un acierto. Una primera incursión como letrista y hacedor de canciones del guitarrista y compositor que nos refleja el carácter abierto que puede presentar esta música. Melodías de gran calibre que sin obviar un interesante componente compositivo y no tan sencillo, se nos presenta de la forma más llana y directa posible. Unas melodías perfiladas por la exquisita, clara y extraordinariamente modulada voz de Carme Canela que nos hizo pasar una agradable velada.


Como contrapunto, o tal vez como acentuación de ese carácter abierto de unas composiciones que incluso rozan el pop, el arduo, imaginativo, intenso y preciso trabajo de David Xirgu a las baquetas.
En definitiva, una velada sin sobresaltos y que pese a lo predecible de los temas resultó de lo más interesante, estimulante y placentero. Y es que en ocasiones para comunicar sentimiento y emociones de forma directa no hace falta recurrir a mayores complejidades formales, sino simplemente, como sucedió, hacer bien las cosas y un buen puñado de canciones.



CARME CANELA & JORDI MATAS. Carme Canela (voz), Jordi Matas (guitarra y voz), Albert Sanz (teclados) David Xirgu (batería).Festival de Jazz de Alcúdia, 3 de septiembre de 2011.
Fotos: Ferran Pereyra
Entre el boogie y el Swing

         Bernat Font es uno de los nuevos nombres de la escena jazzística más blusera de Cataluña que hay que tener bien presente; pues, pese a su juventud, debemos hablar libremente de una auténtica realidad. Algo que dejó demostrado en su visita al Festival de Jazz de Alcudia.


         Sus fundamentos parten del boogie y del blues, pero también de la pianística del jazz más clásico. Una intersección que se sirve de grandes dosis de swing para trenzar un estilo profundo, elegante y resultón. Incluso me atrevería a decir que es un músico capaz de revitalizar un estilo que en estos últimos tiempos ha caído un tanto en desuso y que transita en equilibrio, sin escorar su enorme potencial musical hacia ninguna de las dos corrientes mencionadas. Sin duda, fruto de esa encrucijada que forma la concepción de sus dos grandes maestros, Lluís Coloma, en el caso del booguie, e Ignasi Terraza, mucho más próximo el desarrollo del Swing.


         El hecho de que el trío viene trabajando de forma conjunta desde hace aproximadamente unos tres años, contribuye también a esa solidez de la formación, con un espectacularmente expresivo Kovacevic al contrabajo y Elias a la batería, que acompañan  al pianista en el atrevimiento en ir un paso más allá tanto en las formas como en los contenidos.



         Clásicos como el “Tea For Two” o temas propios como “After Sun” destacaron por su swing, y “The Lord is Back” por rotundidad pianística, en una velada completa, equilibrada y de gran contenido musical, además de divertida.

BERNAT FONT TRIO. Bernat Font (piano), Ivan Kovacevic (contrabajo), Martí Elías (batería). Festival de Jazz de Alcudia, 10 de septiembre de 2011 
Fotos: Ferran Pereyra
Libertad, distinción y jondura


         Dicen que una imagen vale más que mil palabras; pues bien, si tuviéramos la instantánea reflejando la cara de los músicos de la sinfónica durante la taranta que precedió a la “Zambra Mora para Rafael”, que el músico madrileño compuso para su padre, interpretada a flauta solo, lo diría todo. Una estampa entre la perplejidad, la sorpresa, la admiración y la incredulidad por el chorro musical rebosante de pasión y jondura que fluía de la flauta de Pardo.



         Pero ni la imagen, ni las palabras, podrán substituir a la música de enorme calibre que llenó la última jornada del Festival de Jazz de Alcúdia. Un proyecto novedoso, valiente y arriesgado que circula por el flamenco, juega con las improvisaciones y libertades del jazz y se engalana con el cuerpo sonoro de la orquesta, guiado por unas autorías de gran solidez con arreglos y meritorias orquestaciones a cargo de Toni Cuenca.    



         Una combinación chocante a priori  pero que resulta de lo más interesante, con sus puntos de tensión y relajo, en unas composiciones, por lo general de nueva manufactura y que encontraremos en “Huellas”, su próximo álbum.
         Si es cierto que la velada, dividida en dos partes de 55 minutos, se inició con un exceso de cuerda y algo falta de presencia de los cobres, el sonido de la Simfònica fue equilibrándose hasta conseguir una exquisita simbiosis. Sobre todo, cuando Armando Lorente abandonó la batería para ocuparse del vibráfono.
Soberbio ese bis de regalo, de nuevo a travesera solo, jugando y engrandeciendo la “Danza del fuego” de Falla.


JORGE PARDO + TONI CUENCA + ORQUESTRA SINFÒNICA IB. Festival de Jazz de Alcudia, 28 de octubre de 2011
Fotos: José Luis Luna