martes, 8 de marzo de 2011

Iñaki Sandoval, emocionante e intenso


El juego entre la profundidad y la belleza es un arte que el músico y pianista pamplonés Iñaki Sandoval domina a la perfección. No se trata de un diálogo de ida y vuelta, de un toma y daca entre concesiones y exigencias, sino una convivencia que aúna ambos criterios en pro de un discurso tan sólido como hermoso, emocionante e intenso.
Conocí al pianista en Sausolito (2005), no dejó de sorprenderme el músico en Usaquén (2008) y ahora, en su tercera entrega con la que se inaugura en su propio sello discográfico Miracielos (Bebyne, 2011), no ha hecho más que incrementar ese sentido de solidez y lirismo con una música rica, detallista que si bien te seduce en primera instancia por la perfección, acaba atrapándote por la contundencia musical de su propuesta.
Ver escrito el nombre de Eddie Gomez quien permaneció algo más de una década junto a Bill Evans, al haberse referenciado por similitud al pianista americano en sus anteriores trabajos, no deja de ser curioso, aunque pronto ésta se queda en anécdota y pasa a convertirse, junto con la aportación de otro importante veterano del jazz como Billy Hart, en una sólida estructura donde el continuo diálogo fluye transitivo y ecuánime.
Quien prefiera algún referente más bopper que apueste por “Keep it Fresh” o “”Mr. Frank Martin”, aunque aconsejo que quien desee pasar sesenta minutos de auténtica delicia más vale que se quede con el álbum al completo. Sencillamente, sublime. (Publicado en Ultima Hora)


martes, 1 de marzo de 2011

Joe Lovano, relajada rúbrica de Parker  

         Joe Lovano se ha convertido en uno de los mayores activistas del género improvisado. Tal vez uno de los saxofonista con mayor identidad de los tiempos que corren y que ha dotando de una personalidad robusta a su instrumento, al mismo tiempo que ha demostrado una gran delicadeza en su soplo construyendo un estilo elegante y rotundo. Me atrevería a decir que estructuralmente constituye una de las referencias más abrumadoras del jazz moderno, sustentado sobre los pilares de la pluralidad estilística de los clásicos y, muy especialmente, en el post-bop y hard-bop.
         Amén de la multitud de formaciones en las que viene colaborando, las construidas a su entorno o solicitudes desde los registros más variados, el saxofonista de Cleveland, recupera su banda Us Five, junto al pianista James Weidman, la contrabajista Esperanza Spalding y los bateristas y percusionistas Otis Brown, III y Francis Mela, para, en este segundo proyecto, abordar el repertorio del gran Chalie Parker.
Bird Songs, se aleja de la sonoridad clásica del añorado saxofonista, del desenfrenado discurso al borde siempre del abismo que en su día rubricaba estas creaciones, para adentrarse en un encuentro más relajado, en el cual Lovano explora la posible evolución hacia donde hubieran podido progresar estas composiciones. Una visión personal, de gran accesibilidad y siempre en un ejercicio de clarividencia jazzística. (Artículo publicado en Ultima Hora)