lunes, 18 de noviembre de 2013

Plus vanguardista

         Uno de los aciertos de la presente edición del Encontre Internacional de Compositors, es la recuperación del carácter compacto con jornadas continuas. Se consigue así, una mayor repercusión y visibilidad social, aunque ello no revierta, con inmediatez, en la respuesta de un público que aún se muestra demasiado tímido a la hora de responder a estas propuestas. Pero no por ello hay que dar la batalla por perdida, ya que en realidad se corre una carrera de fondo, y ya se sabe, la meta queda en el horizonte.



         Un horizonte siempre abierto y al que apela el Ensemble Sinkro, ya no sólo con la apuesta contemporánea, sino con ese plus vanguardista de mirada lejana, como nos demuestra Trazas, propuesta con la que protagonizaron la segunda jornada del Festival. Una visión atemporal que parte del japonés Toru Takemitsu o del bilbaíno Luís de Pablo, hasta llegar a la juventud de David Delgado del que este año el Ensemble residente del Festival Bernaola presenta el estreno de “Privolva”, y que secciona dando cierta relevancia a una electrónica presente en cuatro de las siete obras que presentaron en s’Aujub de Es Baluard.



         La formación alavesa entiende, además, la creación contemporánea desde la fusión multidisciplinar con el teatro, las artes plástica, la videocreación y la danza; aunque sólo esta última, y en una única pieza, se unió al evento cerrando el programa con “Exnihilo” del compositor vasco Ignacio Monterrubio.



ENSEMBLE SINKRO. Trazas. Roberto Casado, flauta; Imanol Martínez, viola; Gorka Sáez, percusión; Edurne Martínez, danza. XXXIV Encontre Internacional de Compositors. Es Baluard, 15 de noviembre de 2013. 
Perspectivas contemporáneas

         XXXIV edición del Encontre Internacional de Compositors. Sí, lo han leído bien, treinta y cuatro años de un Festival que ha sabido vencer a las dificultades de un registro minoritario y de unos tiempos en los que si todo sufre, por añadidura padece aún más. Y haber llegado hasta ahí, tiene un claro responsable, que no es otro que el compositor Antoni Caimari, fundador de A.C.A., y su denodado empeño por defender y difundir desde su atalaya de Son Bielí, en Búger, la creación contemporánea sin perder el referente de los clásicos, aunque en la mayoría de las jornadas lo erigido sobre estos pilares se aleje en sobremanera por concepción y lenguaje.



         Como lo fue esa primera jornada protagonizada por los sevillanos Taller Sonoro y un programa que bajo el título de Perspectivas, reúne seis creaciones de jóvenes compositores. Por tanto un programa ecléctico en texturas y recursos instrumentales, en momentos de difícil aproximación y siempre de rigurosa interpretación, resuelta con gran destreza y precisión, donde los instrumentos extienden su sonido y recursos más allá de la convencional ortodoxia. Dificultad acentuada en “Throbbing 2013”, encargo del Taller al navarro Alberto Etxebarría estrenado el día anterior en el Auditorio de Zaragoza y que, cerrando el repertorio, nos permitió disfrutar del cuarteto al completo en una velada tan interesante como exigente para ejecutantes y oyentes.





TALLER SONORO. Perspectivas. Jesús Sánchez, flautas; Camilo Irizo, clarinete y clarinete bajo; Mery Coronado, chelo; Ignacio Torner, piano. XXXIV Encontre Internacional de Compositors, Son Bielí, Búger, 14 de noviembre.  

martes, 5 de noviembre de 2013

Pink Poma, lo nuevo de Tiu

 Con Musicogastronomía (Blau, 2008), nos sorprendió muy gratamente y para contrariar a los que pensaban que la fórmula tenía corto recorrido, al año llegó Sopeta de Brou. Ahora, con Pink Poma, el tema gastronómico vuelve a jugar un importante papel en el trasfondo de la nueva producción, pero en primer plano podemos apreciar como se antepone una mayor apertura musical.
La banda que preside Tiu Herrero, junto a Aníbal Ferrer, Dani Tugores y Jaume Llodrá, da una nueva vuelta de tuerca a su repertorio ampliando los registros sonoros. Pop, música latina, rockabilly, blues, música disco, folk…, todo con carácter y decisión para confeccionar un plato partiendo de ingredientes dispares y conseguir unificarlos, en perfecto maridaje, y ofrecer un producto propio, de autor, consiguiendo una propuesta fresca, muy oxigenada y llena de vitalidad, aunque los aromas puedan remitirnos a multitud de referencias –disculpen el socorrido referente gastronómico pero resulta inevitable-.
Una muy cuidada producción que, manteniendo las señas de identidad, nos presenta diez nuevas canciones de gran autoría, de rica instrumentación y ejecución impecable, capaces de hacernos vibrar, reír, sentir…; pero sobre todo que convencen musicalmente. No es extraño, entonces, la gran acogida obtenida en la vigésima quinta edición del Mercat de Música Viva de Vich del que acaban de regresar.



Pop, música latina, rockabilly, blues, música disco y folk, en perfecto maridaje para una propuesta fresca, muy oxigenada y llena de vitalidad.

De cine

         Comprendo que le podía hacer ilusión a Jaume Tugores presentar su nuevo trabajo en una sala cinematográfica y, más aún, como la del Cine Ciutat que sigue luchando contra viento y marea para permanecer en el marco cultural palmesano, siempre con ese aire un tanto marginal y de arte y ensayo del que también se muestran impregnados los temas musicales.
Podía hacerle ilusión, digo, porque  su pasión por Morricone, Piovani y Rota –personalmente me inclino por este último tal vez por el acierto de muchas adaptaciones jazzísticas- le ha llevado a hilvanar un maravilloso disco –lo digo así, a bocajarro, alto y claro- que constituye en sí mismo un emocionante homenaje el séptimo arte y al llamado cine de autor de rúbrica italiana de la segunda mitad del siglo pasado a través de magistrales bandas sonoras. Ahora bien, las condiciones adicionales de la sala, sobre todo la falta de visibilidad y un sonido que, aunque correcto y esmerado, no guardó toda la calidez encontrada en otras ocasiones.
No sé si deberíamos hablar de estreno –ya tuvimos oportunidad este verano de escuchar el repertorio- pero sí de presentación oficial. Una puesta de largo y en sociedad, realizada por primera vez con todos los músicos participantes en el disco original. Una auténtica maravilla repleta de sensibilidad y belleza. Y es que si originalmente las composiciones escogidas ya son obras maestras, los arreglos, la ternura y admiración de Tugores las engrandece.



JAUME TUGORES. Jaume Tugores, guitarras y guitalele; Biel Fiol, violonchelo; Pablo Di Salvo, contrabajo; David Gónzález, saxos y Cati Roig, flauta. Cine Ciutat, 30 de octubre. 

domingo, 3 de noviembre de 2013

Three Fall, vanguardia universal

         En un prestigioso sello que cuenta en su catálogo con nombres de la relevancia de Joachim Kühn, Wolfgang Haffner, Nguyên Lê  o el trío del desaparecido Esbjörn Svensson, como es ACT, los muchachos de Three Fall iniciaron su trayectoria discográfica con  álbum dedicado a la banda de rock alternativo formada en Los Ángeles (California) en 1983 Red Hot Chili Peppers. Ya entonces, con On a Walkabaut, sacudieron considerablemente la escena jazzística más joven de Alemania.
         Una propuesta fresca, abierta, tanto en sus parámetros musicales como en su concepción instrumental, que sigue marcando, con su segundo lanzamiento Realice!, su ritmo dentro de las vanguardias más universales.
Este trío de estructura inusual y poco convencional formado por Lutz Streun (saxo tenor y clarinete bajo), Til Schneider (trombón) y Sebastian Winne (batería y percusiones) y que mantiene esencialmente su sonoridad acústica jugando con las posibilidades de sus instrumentos hasta la heterodoxia –amén de algunos matices favorecidos por la electrónica- entienden el jazz como soporte para el mestizaje entre el grove, un especial soul de New Orleans, funk, reggae, afrobeat, todo perfectamente homogeneizado con una sorprendente originalidad que no dejará a nadie indiferente; pues constituye una clara visión actual con temas esencialmente originales aunque con cabida para versiones de Nirvana (“Lithium”) o Coldplay (“The Scientist).



Realice!, mestizaje entre grove, un especial soul, funk, reggae, afrobeat, todo perfectamente homogeneizado con una sorprendente originalidad
Natalia Dicenta, gran voz para el jazz

         Aunque su registro más conocido -son más de treinta y cinco años de carrera- sea frente a una cámara, tanto de televisión como cinematográfica, o sobre los escenarios dramáticos –imagino que la mayoría recordará espacios como ‘Historias para no dormir’, ‘Estudio 1’ o ‘Lo tuyo es puro teatro’-, Natalia Dicenta ya nos había manifestado sus grandes cualidades musicales en el montaje Al final del arco iris, estrenado en el madrileño Teatro Marquina a principios de 2011, retratando los últimos días de Judy Garland.
         Ahora, más allá de los musicales y con un sustancial retraso de tres años debido el mencionado montaje que la ha ocupado durante todo este tiempo, se edita el tercer álbum de esta extraordinaria voz de mezzosoprano, cuyo primer disco grabó hace una docena de años junto a la italiana Ornella Vanoni -por cierto el álbum titulado Sensa paura permanece aún inédito-.
         Colours supone una incursión clara y definitiva en el registro jazzístico, que domina con perfección extrema. Una serie de estándares como “The Way You Look Tonight” o “Summertime”, boleros como “Alma con Alma”, “Blackbird” de Lenon y McCarney o el “Just The Way You Are” de Billy Joel, conforman un repertorio variado, de gran colorido musical y que se caracteriza por la elegancia, exquisitez y acierto interpretativo. Una grabación con la que, sin lugar a dudas, abandonará ese cierto anonimato en el terreno del jazz.



Colours supone una incursión clara y definitiva de Natalia Dicenta en el registro jazzístico, que domina con perfección extrema