Sergio Pamies, hondura, latinidad y negritud
Si algo
caracteriza a la juventud jazzística de nuestro país es su sobrada preparación
y experiencia. ¿Recuerdan el eslogan: “jóvenes pero sobradamente preparados”?
Pues precisamente eso es lo que podemos encontrar, miremos donde miremos de
nuestra piel de toro. Y el caso de Sergio Pamies, puede servir de ejemplo
perfecto; pero es que además se le une un gran talento. Y es que este joven
músico granadino que aún no ha cumplido los treinta, aúna hondura, latinidad y
negritud en proporciones que dimensiona a voluntad con un resultado que excede
la coherencia para transitar por la maestría.
Borrachito
segundo capítulo de una idea que inició con “Entre amigos” (2008) y que ya
entonces obtuvo el reconocimiento como mejor proyecto del año por la revista
especializada Jaç, constituye toda una alegoría de esa imbricación. Un álbum
repleto de autenticidad y, como apuntaba, talento que, pese a presentar estos
tres puntales musicales con cierta estanqueidad, refleja su gran momento
creativo rubricando diez de los doce cortes –Monk y el tándem Strayhorn-Ellington
firman los dos restantes- que conforman esta, su primera producción para el
sello Bebyne, apostando por el jazz clásico, el contemporáneo, el bolero, la
soleá, o la bulería, con gran virtuosismo y con una destacada formación e
invitados de lujo como Antonio Serrano, Rubem Dantas, Diego Amador o el
trompetista de New Orleans Christian Scott, entre otros.