martes, 7 de febrero de 2017



Mayor amplitud musical



         Con tan solo dos acordes y apenas tres líneas de texto se pueden construir canciones y que acaben convirtiéndose en lo más resultonas. Así de simple puede llegar a ser el pop. Si no están convencidos de ello, bastará con escuchar a la pareja formada por Joana Pol y Pere Bestard, para disipar cualquier tipo de duda. Y es que me temo que Donallop acabará convirtiéndose en el incomprensible nuevo despegue musical balear que exportaremos más allá de sa roqueta. Hecho por el que, atendiendo a algún que otro antecedente, no deberíamos rasgarnos las vestiduras ni extrañarnos demasiado. Les sienta bien el escenario y además con este Misteris de sa vida, su segundo larga duración de estudio después de #Milestones y para el que han contado con la producción del asturiano Paco Loco, han decidido dar el paso de dúo a banda. 



Sin desprenderse totalmente de ese aire atmosférico ni abandonar definitivamente un cierto minimalismo intimista, para el estreno o primera presentación en directo de estas nuevas canciones, han contado con la incorporación de Pedro Moyà a la batería y Juanjo Montserrat al bajo; condición que les permite mayor amplitud musical y dar un paso más allá en su propuesta sonora. Ahora bien, es una lástima que no apuren un poco más esos textos, que no dejan de resultar livianos, y que la voz de Joana, en la que claramente se vislumbra grandes cualidades y posibilidades, no acabe de despuntar con un mayor protagonismo. Tampoco iría mal una guitarra con fundamento para que con punteo delicado, pero efectivo, acabara de dar cuerpo y solidez a las canciones. 



“Corsaris”, “Magranes”, “Abismes”, “Maneres d’estimar”, “Sa madona de sa casa”…, fueron desfilando para llenar poco más de una hora de concierto frente a un público escaso en número –algo más de medio centenar-, pero significativamente generoso en agradecimiento.

Donallop. Audirorium, Sala Mozart, 28 de enero de 2017.

No hay comentarios:

Publicar un comentario