Jazz en su esencia
El trío,
puede ser el formato preferido para pianistas. El cuarteto para solistas apoyando
su discurso sobre una sección rítmica. Ahora bien, el quinteto constituye la
estructura idónea para un jazz que dé rienda suelta a la improvisación y
consecuentemente al desarrollo de la libre imaginación de sus integrantes;
esencialmente con dos artilleros al frente, en primera línea de fuego,
batiéndose el cobre. Es entonces cuando cada uno de los vientos, saxo y
trompeta por lo general, aunque no exclusivamente, se hace más grande cuanto
mejor es su compañero.
Sé que no descubro
gran cosa pero hay que tenerlo presente al hablar de esta formación, creo que lamentablemente
efímera, presentada como Pere Navarro & Xavi Maureta Quintet que une a dos
generaciones distintas de músicos; la experiencia consolidada del batería
catalán –por cierto en una de las mejores intervenciones que le haya escuchado
en nuestros escenarios últimamente- y a un trompetista, joven aún, que se está
afianzando como una de las importantes realidades del momento.
Pero, sin obviar
las estupendas intervenciones del guitarrista Omar Lanuti, volvamos el tema de
los artilleros. Navarro, sin escamotear ningún tipo de recursos, tuvo que apurar
lo mejor de sí mismo -y lo hizo créanme-, para lidiar con un saxofonista como
Thomas Fontin que, cuando libera ese ‘colosus’ que lleva en su interior –es
entonces cuando asume su máximo riesgo-, resulta sencillamente arrollador.
Con la proximidad
que ofrece una local de reducidas dimensiones e invocando las excelsas rúbricas
de Hancock, Henderson, Davis o Dameron, como “Maiden Voyage”, “Recorda-me”,
Impressions”, “Solar”, “Bye bye Blackbird” o “Lady Bird”, nos ofrecieron un
auténtico recital de lo que es el jazz en su esencia. Impresionante toma y daca,
que colmó las previsiones de los más exigentes.
Pere Navarro & Xavi Maureta Quintet. Novo Café Lisboa,
10 de febrero de 2017.
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